Las políticas de rendición de cuentas impulsadas en educación superior y los cambios producidos en la estructura del mercado laboral, han adquirido cada vez más relevancia a la hora de pensar y proyectar la formación profesional y las prácticas antropológicas en nuestro continente. Preguntas relativas al cómo, para qué, desde qué lugar y para quiénes estamos formando, son actualmente ineludibles y se ubican en el centro de nuestra reflexión como formadores/as de futuras/os antropólogas/os.

Desde este marco, nuestra ponencia plantea una reflexión teórica y propone un abordaje multidimensional, que emerge de la problematización de diversos niveles implicados en lo que podemos denominar campo de la formación profesional en antropología. Entre ellos, podemos mencionar: los debates sobre la autonomía/heteronomía respecto a las formas que estructuran y median nuestras prácticas a nivel institucional; las diferencias en las condiciones sociales y económicas de operación de los distintos programas; los imaginarios disciplinarios y los modelos antropológicos que articulan las propuestas formativas; la relevancia que adquiere la demanda del medio laboral en la definición de los objetivos y perfiles profesionales, entre otros. Al mismo tiempo, ello nos lleva a reflexionar sobre una cuestión de fondo: lo que nos une o diferencia en la formación, que es una pregunta que empalma con el debate acerca de la identidad de una antropología latinoamericana o chilena.

Autores: Héctor Mora N. Claudio Espinoza A.  (Universidad Católica de Temuco -Universidad Academia de Humanismo Cristiano)

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