Nuestro País destaca por un rápido envejecimiento, se estima que para el año 2025 la población mayor corresponda a un 25% de la población total (INE 2018); esta población está compuesta por hombres en un 44,3% y mujeres en un 55,7%. La esperanza de vida es mayor para mujeres 82,3 años (CELADE) y el 44% de las personas mayores tienen un bajo nivel educacional, además de un elevado porcentaje de pobreza multidimensional 22,1%. Se identifica una feminización del envejecimiento. Culturalmente se constata el Edadismo como mecanismo de exclusión, que presupone la estigmatización de las y los adultas mayores con un énfasis en el déficit y no en sus competencias y recursos.

Esta realidad global del país afecta con mayor impacto a las personas de la ruralidad. No obstante, la cultura rural se transforma en un factor protector debido a los roles y funciones productivas en la organización económicas del trabajo rural. Esto junto con los procesos de igualdad de género más las políticas de envejecimiento activo que se desarrollan en los municipios, trae consigo un efecto sinérgico que conlleva al empoderamiento de grupos de mujeres rurales en la tercera edad.

Autora: Amaya Pavez Lizarraga (Universidad de Santiago de Chile )  Correo electrónico: Amaya.pavez@usach.cl