Las festividades asociadas al rito mortuorio en Chile, comúnmente bajo los nombres del Día de los Muertos y el Día de Todos los Santos, marcan su presencia mayoritaria en la zona norte del país, especialmente en localidades de la región andina, allí en donde la concepción de la muerte está ampliamente vinculada a la cosmovisión que ha caracterizado a dicha región desde sus culturas originarias. Sin embargo, mucho más al sur, en la región de Ñuble, una localidad de origen campesino, Capilla de Ránquil, celebra cada 2 de noviembre el Día de Todos los Santos, en una jornada donde la muerte es conmemorada en una doble dimensión, por una parte, la misa en el cementerio o la capilla del pueblo en memoria de quienes han fallecido y, por otra, la fiesta, con música, bailes y comidas adscritas a las tradiciones rurales del lugar.
A partir de estos antecedentes, la presente ponencia, bajo un análisis que indaga en la metodología comparada de las religiones y el enfoque de la microhistoria, se propone mostrar las aproximaciones existentes sobre la concepción de la muerte entre la cultura andina y Capilla de Ránquil, una localidad que, si bien por territorio se ubica fuera de los márgenes andinos, presenta elementos —simbólicos, históricos y arqueológicos— demostrativos de una memoria en torno a la muerte que es transversal a generaciones y latitudes diversas y distantes.
Autor: Alan Ceballos Córdova (Archivo Nacional de Chile) Correo electrónico: alanceballosc@gmail.com